AZTI es un centro científico y tecnológico que desarrolla proyectos de transformación de alto impacto con organizaciones alineadas con los ODS 2030 de Naciones Unidas.
Su propósito es impulsar un cambio positivo para el futuro de las personas, contribuyendo a una sociedad saludable, sostenible e íntegra. Especializado en el medio marino y la alimentación, AZTI aporta productos y tecnologías de vanguardia y de valor añadido basados en ciencia e investigación sólidas.
Dada vuestra gran trayectoria en el ámbito del I+D+i. ¿Cómo ves la implementación del I+D en el sector?
Cuando hablamos de sector, nos referimos a una variedad enorme de sectores dentro de la pesca, la acuicultura, la transformación y la comercialización. Cada uno en distintos niveles de implementar la I+D+i a través de las tecnologías e inversiones. En general, el sector se encuentra a medio camino, entienden la importancia de la I+D+i. Algunos subsectores generan sus propias innovaciones (como en el caso del sector atunero de gran altura) mientras que otros, identificando la necesidad de innovar y desarrollar, necesitan de colaborar con otras entidades, generándose la innovación externamente. Hay otra parte del sector que no visualiza como la I+D+i puede ayudarles. Pero la I+D+i por si sola no es suficiente para el éxito de las empresas, falta financiación, asumir los riesgos intrínsecos de la I+D+i y planes empresariales que incluyan la I+D+i en sus pilares.
Respecto a la gestión sostenible de los stocks, ¿qué retos se plantean a futuro? ¿Es la innovación la vía para alcanzarlos?
Los retos de la gestión de stocks siguen siendo en su base, los mismos que hace décadas, la explotación sostenible en el largo plazo. Pero incluyendo cada vez más variables: la sostenibilidad de los ecosistemas, el cambio climático, la reducción de impactos y huella de carbono, los usos compartidos del mar…Si queremos conjugar estas variables en la ecuación de la sostenibilidad debemos incorporar la innovación. No podemos seguir gestionando nuevos escenarios con las tecnologías, metodologías y aproximaciones del pasado.
¿Cómo ves el avance que ha tenido nuestro sector en lo referente a la sostenibilidad de la pesca?
El sector pesquero cada vez es más sensible a la sostenibilidad y entiende que debe adaptarse a las nuevas políticas que la definen y que son, al mismo tiempo, exigidas por la sociedad. La optimización del uso de toda la captura a través de artes más selectivas, la optimización de rutas hacia los caladeros y la digitalización son ejemplos de ello.
¿Qué proyectos tenéis actualmente en marcha en lo referente a I+D+i de nuestro sector?
Desde AZTI seguimos evolucionando para dar respuesta a las necesidades que están ya aquí o aparecerán en el corto plazo, los proyectos son de distinta naturaleza pero podemos destacar: la incorporación del ecosistema en la gestión pesquera, la eficiencia energética en los buques y su reducción de huella de carbono, la adaptación y la mitigación de la pesca sobre el ecosistema (a través de mejora en la selectividad, dispositivos disuasorios o liberadores de ciertas especies) y muchos proyectos en torno a la digitalización de toda la cadena de valor pesquera, incluyendo la transformación y la comercialización, llegando hasta el consumidor final.
¿Qué necesidades crees que deberíamos mejorar en el ámbito de la innovación y de la tecnología en el sector?
Habría que fortalecer y asegurar la financiación. Visualizar el gran potencial de desarrollo que tiene el sector trabajando con los centros tecnológicos, facilitar discusiones y encuentros, como plataformas de intercambio. En AZTI ya contamos con esta herramienta (AZTInnova). Y, sobre todo entender las necesidades del sector de forma diseccionada, con soluciones ad hoc y de recorrido temporal.
¿Cómo socios de la PTEPA, que crees que necesitamos para mejorar en el ámbito del I+D+i?
Como plataforma que aglutina a muchísimos agentes del sector con una trayectoria muy bien asentada, ya tenemos el medio creado, que es muy importante. Ahora, debemos seguir dando pasos hacia la sensibilización, motivando una cultura innovadora en el sector, definiendo bien las oportunidades que se presentan, pero de forma enfocada. Identificar las necesidades que cubrimos y las que no. Aprender a gestionar el mundo operativo y el mundo de la innovación que parece que van en paralelo, y definir hojas de ruta claras para llegar a los objetivos que nos marquemos.