En esta ocasión para la entrada de nuestro blog tenemos el placer de contar con el Instituto de Investigación Agraria y Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA), el cual, nos da a conocer los proyectos en los que actualmente están trabajando en el ámbito de la I+D+i del sector pesquero:
El proyecto GUADALQUIVIR_LTER “Ecología a largo plazo de la Reserva de Pesca del estuario del Guadalquivir: biodiversidad, estructura trófica, funcionamiento del ecosistema y su importancia para las pesquerías del Golfo de Cádiz.GUADALQUIVIR-LTER” FEMP2017.005 tiene como principales resultados la demostración de la conectividad trófica entre el estuario y el Golfo de Cádiz y la significativa correlación existente entre la estacionalidad en la entrada de agua dulce desde la presa de Alcalá y los stocks pesqueros del Golfo de Cádiz. En esta correlación juegan un papel clave las migraciones estacionales estuario-medio marino en la Reserva de Pesca de los componentes zooplanctónicos y suprabentónicos, que generan una elevada producción secundaria y son presas claves para la función de cría de peces y crustáceos. Esta elevada producción se base en una gran adaptabilidad para incorporar recursos del más bajo nivel trófico, – fitoplancton, microfitobentos y bucle microbiano/material detrítico-. Se demuestra cómo la alteración del patrón estacional natural de la hidrología del estuario -por causa antrópica mediante gestión de entrada de agua dulce desde la presa de Alcalá- afecta a la base trófica y a a la producción secundaria y, en último término, a los niveles tróficos más altos, en los que se encuentran juveniles de peces y crustáceos de especies comerciales del Golfo de Cádiz. Como principales medidas de gestión basada en el ecosistema se destacan: 1)en base a la distribución temporal de la zona de cría en el gradiente salino se recomienda la ampliación de la Zona A de la Reserva de Pesca hasta la zona de La Mata (aprox. 40 km desde la desembocadura); 2) se propone a la especie Mesopodopsis slabberi como bioindicador del estado del ecosistema, 3) se recomienda la restauración de las marismas colindantes para aumentar la resilencia, estabilidad y producción del ecosistema; 4) se hace necesario un mayor control de la contaminación orgánica que originan procesos de eutrofización en la zona alta del estuario; y 5) establecer caudales ecológicos de descargas de agua dulce, en base a la estacionalidad y funcionamiento del ecosistema del estuario del Guadalquivir, evitar eventos puntuales de descargas de agua extremas.
Actualmente, dentro del programa GUADALQUIVIR_LTER se está desarrollando el proyecto específico GUADACONECT 2021-2022:
GUADACONECT tiene como objetivo conocer cómo la biodiversidad se relaciona positivamente con el funcionamiento del ecosistema, en el que la conectividad es un proceso clave, especialmente con su función como zona de cría para los recursos pesqueros de la Reserva de Pesca de la Desembocadura del Río Guadalquivir (RPDRG). La transición tierra-mar de la RPDRG genera un complejo de ecosistemas de gran diversidad estructural y funcional, reservorio de recursos pesqueros, soporte de los Parques Nacional y Natural de Doñana, zona Red Natura2000. Presenta una gran biodiversidad, variabilidad ambiental y tiene una elevada productividad, base de su importancia para los primeros estadios de vida de muchas especies de gran interés pesquero, tanto para la flota de cerco (boquerón, sardina) como para la artesanal costera que faena en las costas de Cádiz y Huelva (langostino, acedía, choco, corvina,…). Es necesario comprender y predecir cómo la actividad humana -modificación del ciclo hidrológico, dragados, especies invasoras, alteración de ciclos de nutrientes/materia orgánica – afecta al funcionamiento de los ecosistemas costeros conectados. GUADACONECT se centra en comprender su compleja dinámica ecológica desde tres aproximaciones de investigación, 1) el papel desempeñado por la biodiversidad para mantener la producción y funcionalidad del ecosistema, 2) evaluar la hipótesis de “outwelling” o subsidiaria de biomasa a la zona costera y 3) conocer la conectividad trófica y espacial de las principales especies. En resumen, cómo responde la biodiversidad y funcionamiento del ecosistema a los impactos antropogénicos y al forzamiento ambiental a largo plazo.
Antecedentes:
Desde 1997 , primero iniciado por el consorcio formado por ICMAN(CSIC)-IEO-UCO desarrollaron varios proyectos sucesivos, financiados por las Consejería de Medio Ambiente y de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía y el Ministerio de Ciencia y Tecnología, que luego fueron continuados en 2010 por IFAPA mediante el equipo del Dr. César Vilas, completando los estudios hasta diciembre de 2020, generando una de las serie de datos más completas de investigación a largo plazo o LTER sobre la ecología de estuarios, 25 años de muestreos mensuales, únicos a nivel internacional, para entender la dinámica de la macrofauna acuática en el estuario del Guadalquivir, el funcionamiento de su ecosistema y su papel como zona de cría para especies comerciales del Golfo de Cádiz
GUADALQUIVIR-LTER identifica las causas de los cambios no lineales observados en el estuario y en el reclutamiento de las principales especies, complementando la consecución de series temporales de hasta 25 años de datos con una exhaustiva información de la red trófica, gracias al estudio multidisciplinar y el uso de técnicas novedosas para entender su funcionamiento del ecosistema en toda su complejidad.
Comprender y predecir cómo la actividad humana está afectando a la estabilidad y sostenibilidad de los ecosistemas es un reto crucial en ecología. En los ecosistemas costeros, la dinámica ambiental está controlada por agentes externos –subida del nivel del mar, tormentas, aportes de sedimentos y nutrientes- y por ciclos de retroalimentación internos. La interacción entre los procesos bióticos (producción primaria, redes tróficas, dinámica de poblaciones) y los agentes ambientales externos pueden generar respuestas no lineales a las condiciones cambiantes del medio, resultando en la aparición de situaciones frontera, histeresis y estados alternativos estables del ecosistema. Entender los procesos que generan estos cambios no lineales en los ecosistemas costeros es crítico dada la creciente presión antropogénica a la que están sometidos.
En este contexto, los mejores estudios de cambios ecológicos no lineales y sus causas subyacentes vienen de investigación en ecosistemas marinos dónde se ha apostado por programas de investigación de ecología a largo plazo (LTER, por su definición en inglés “Long Term Ecological Research”). Una característica esencial de este enfoque es la integración del estudio de procesos físicos, químicos y bióticos para entender mejor las fuerzas que generan la dinámica ecológica. Solo desde la apuesta de LTER se puede llegar a entender los procesos que ocurren en los ecosistemas a escalas que van desde ciclos estacionales hasta decadales. La predicción de escenarios futuros y la adaptación a condiciones ambientales cambiantes requiere de investigación sobre cómo los sistemas responden a los patrones ambientales y su interacción con los procesos ecológicos internos.
Los ecosistemas costeros, tales como los estuarios, marismas, manglares y praderas de fanerógamas, están considerados entre los ecosistemas más productivos y de mayor importancia ecológica, formando además una amplia variedad de ecosistemas y biodiversidad. A pesar de su relevancia, por ser cuna de culturas y asentarse en ellos sociedades densamente pobladas, por su situación estratégica y por la alta variabilidad ambiental que sufren, se encuentran entre los más vulnerables.
Actualmente, el factor predominate considerado para valorar estos ecosistemas en relación a las poblaciones de peces y pesquerías es su función de cría de juveniles y su posterior contribución a los stocks pesqueros a través de las migraciones ontogénicas. Sin embargo, el verdadero valor ambiental de estas zonas costeras de cría o nursery es mucho mayor, incluyendo importantes procesos del ecosistema: 1) conectividad y dinámicas de poblaciones, incluyendo migraciones ontogénicas y migraciones entre ecosistemas marinos costeros; 2) factores ecológicos y ecofisiológicos, como adaptaciones fisiológicas al ambiente variable, ciclos predador/presa y redes tróficas y 3) dinámica de los recursos, como disponibilidad de materia orgánica y nutrientes, cambios ontogénicos de dieta y la entrada de materia orgánica alóctona. Solo considerando la complejidad del ecosistema y la variación espacio-temporal de estos otros factores en conjunto se pude llegar a comprender el verdadero valor de las zonas costeras como zonas de cría y habitats esenciales para la conservación de los stocks pesqueros.